lunes, 31 de enero de 2011

La Amniocentesis

Se trata de una prueba prenatal en la que se extrae una pequeña muestra del líquido amniótico que envuelve al feto en la barriga de la futura mamá, para que sea analizado. Su extracción es utilizada para diagnosticar defectos congénitos cromosómicos y genéticos, como el síndrome de Down, espina bífida y anencefalia, entre otros.

Cuándo hacer la amniocentesis

Frecuentemente, esta prueba se realiza durante el segundo trimestre del embarazo, es decir, entre la 15ª y 18ª semana. Está recomendada especialmente a las mujeres embarazadas que presenten un mayor riesgo de que el futuro bebé sufra defectos congénitos genético o cromosómicos, o ciertas malformaciones. La amniocentesis es aconsejable en los siguientes casos:

1- En los embarazos de mujeres con más de 35 años de edad. El riesgo de tener hijos con ciertos defectos congénitos cromosómicos aumenta con la edad de la mujer. El trastorno más común en ese caso es el síndrome de Down (una serie de anomalías físicas y mentales causadas por la presencia de un cromosoma de más). Según las estadísticas, uno de cada 1.250 niños cuyas madres tienen entre 20 y 30 años nacen con síndrome de Down; uno de cada 400 niños cuando la madre tiene 35 años de edad; y uno de cada 100 niños cuando la madre alcanza los 40 años.

2- En los embarazos de mujeres que anteriormente tuvieron un hijo con algún defecto congénito.

3- En los embarazos que necesiten pruebas de diagnóstico cuando se detecta, mediante análisis de sangre, la presencia de alfa feto proteína (AFP) y otras sustancias. Una baja concentración de esta sustancia sugiere una anomalía cromosómica (espina bífida, anencefalia). La amniocentesis, en esos casos, sirve para detectar y confirmar el diagnóstico.

4- En los embarazos de parejas con un histórico clínico familiar que indica que los hijos se exponen a un mayor riesgo de heredar un trastorno genético.

La amniocentesis no es recomendable a todas las mujeres embarazadas debido a un pequeño riesgo de aborto espontáneo. Se debe practicarla solamente bajo control y indicación médica.

Cómo se realiza la aminiocentesis

Amniocentesis del feto del la embarazada
A la mujer embarazada se le desinfecta el abdomen con una solución de yodo. Posteriormente, el médico, con la ayuda de un ultrasonido, introduce una aguja delgada y hueca por el abdomen y el útero para extraer una muestra del líquido amniótico. Se extrae de 15 a 30 ml. (una o dos cucharadas) del líquido, y se retira la aguja. La prueba dura apenas algunos minutos.
Según algunas mujeres la prueba es indolora. Otras experimentan calambres, alguna pérdida de sangre o de líquido amniótico, por lo que el médico normalmente recomienda descanso a la paciente durante varias horas después de la prueba.
Después de su extracción, el líquido es analizado en laboratorio durante una o dos semanas. Por lo general, los resultados se pueden conocer en tres o cuatro semanas.

¿Se puede fiar de los resultados de la amniocentesis?

No existe una prueba prenatal que pueda garantizar que un bebé nacerá sano al cien por ciento, ya que sólo es posible diagnosticar ciertos defectos congénitos antes del parto. Tres o cuatro de cada 100 niños nacen con algún defecto, aunque más del 95% de las mujeres de algo riesgo que se someten a una prueba de diagnóstico prenatal reciba la buena noticias de que su bebé no presenta trastornos. La precisión de la amniocentesis en el diagnóstico de anomalías cromosómicas (como es el caso del síndrome de Down) es altísima: entre el 99,4 y el 100%.

Fuente: guia infantil

sábado, 29 de enero de 2011

Como realizar el Masaje Perineal

Es la mejor forma de añadir elasticidad al perineo (zona comprendida entre tu vagina y tu ano) de cara al parto. Para que sea efectivo debes realizarlo al menos de 6 a 8 semanas antes de la fecha prevista de parto. Tienes que ser regular y hacerlo cada día de 5 a 10 minutos. No es fácil cuando tu tripa es gigante y no te ves nada bajo el ombligo. Usa un espejo para ayudarte o un ayudante. Tu pareja puede hacerlo por ti. Normalmente es más fácil si lo hace alguien por ti.
A algunas mujeres les resulta incómodo, a otras les gusta e incluso les excita. Cada mujer es única. Cada cuerpo es único como lo será cada bebé y cada parto. Pero para todas es beneficioso si se hace constantemente, relajadamente y con cuidado. Si tienes algún tipo de herida o problema en la zona debes preguntar a tu profesional de la salud antes de hacerlo.  Evita siempre la uretra (el orificio por donde haces pis) al masajear. Vacía la vejiga antes de empezar el masaje para estar más cómoda y tener los músculos pélvicos más relajados (recuerda que los músculos pélvicos son los que contraes cuando quieres mantener el pis, aunque nunca debes hacer la prueba mientras haces pis ya que puedes contraer infecciones, hazlo en cualquier otro momento.

  1. Si vas a masajearte tú sola busca una postura que te resulte cómoda antes de empezar. De pie levanta una de las piernas y apóyala en el retrete, por ejemplo. O sentada de espaldas apoyada en cojines, siempre con ayuda de un espejo, puedes hacerlo. Lo importante es que estés relajada y cómoda.
  2. Usa aceite de oliva virgen o algún otro aceite vegetal puro no contraindicado en embarazos. Nunca uses aceites perfumados. Cuida que las manos estén bien limpias y las uñas bien cortadas, sin ninguna aspereza que pueda dañarte. Si lo haces tú sola moja tu dedo pulgar e índice hasta que estén bien lubricados. No introduzcas tus dedos en el aceite para evitar infecciones. Mójalos bien poniéndolos debajo del chorro de aceite. Si lo hace tu ayudante debe mojar el dedo índice y corazón (si tiene alguna herida, roce, uña mal cortada, aspereza…que use guantes de goma/látex nuevos y limpios).
  3. Introduce tus dedos lubricados de 2cm a 4cm aproximadamente en tu vagina (la apertura vaginal por donde saldrá tu bebé y por donde fue engendrado). Presiona suavemente pero con firmeza hacia afuera, como estirando y desliza el masaje hacia el perineo (zona comprendida entre tu vagina y tu ano). Al llegar al punto más bajo de tu vagina presiona hacia bajo suavemente hasta que notes una ligera sensación de quemazón (esa sensación más intensa es la que sentirás cuando la cabeza de tu bebé esté a punto de nacer). Mientras sientes esa quemazón aprende a relajarte aún más y a concentrarte en la respiración. Este aprendizaje tiene incalculable valor para el parto. Luego sigue la “U” en dirección hacia arriba.Masaje Perineal
Cambia las direcciones siempre que quieras, de forma regular, hasta que completes los 5 minutos. Hidrata tus dedos todo lo que necesites pero ten mucho cuidado con la higiene para evitar infecciones.
Lo importante de este ejercicio es la regularidad. Al principio notarás que los tejidos están muy tensos pero poco a poco, con la práctica, notarás la diferencia y verás que son flexibles y elásticos. Si tienes cicatrices anteriores masajéalas para que estén bien hidratadas. Es importante que te relajes y que visualices la apertura, que imagines como será el parto, que imagines a tu bebé naciendo felizmente por tu vagina, elástica, suave, relajada. Si realizas el masaje tras el baño o la ducha también notarás que es más fácil el estiramiento.
El ejercicio requiere asiduidad, recuerda, cada día, desde las 6 u 8 semanas antes, 5 minutos. Todos los días. Las ventajas han sido probadas pero de nada sirve que te masajees si luego te obligan a empujar. No hay justificación, en ausencia de emergencia médica, para que alguien te obligue a empujar. Dar a luz no es un campeonato deportivo. No debes empujar al bebé, hay un reflejo en tu cuerpo que le ayudará a salir.  Lo que tienes que ser es paciente y estar relajada.
La relajación de la mamá juega un papel fundamental durante el masaje perineal como lo hará más tarde durante el parto. Para hacer la prueba tensa los músculos pélvicos mientras estás practicando el masaje perineal. Notarás que es doloroso e incómodo. Lo mismo ocurre durante el parto si no estás relajada. La relajación debe acompañar al masaje y al parto para que ambos sean efectivos y sin dolor. Esperando, respetando los ritmos, respirando, la elastina hará su función y, en un ambiente relajado, te abrirás como una flor, sin dolor, sin cortes, perpetuando lo que  las mujeres hacemos desde hace miles de años de forma instintiva.

Fuente: babog.org

viernes, 28 de enero de 2011

En posición de elegir

Porque, el parir es algo natural que se ha hecho por siempre.
Porque, es nuestro cuerpo el que da a luz.
Porque, la información nos da el poder para elegir como queremos que sean las cosas.

Quiero compartir esta  publicidad Argentina, que a mi entender es el reflejo fiel de lo que sucede en la mayoría de los casos...

jueves, 27 de enero de 2011

Los colicos del lactante

Los cólicos del bebé, o del lactante, son largos episodios de llanto que se producen durante los primeros meses de vida del bebé.
Las madres sufren especialmente, pues no entienden el motivo del llanto y se sienten impotentes para consolar al bebé.
Y es que el motivo de los cólicos no está del todo claro, ni siquiera para la comunidad científica.

Existen diferentes teorías, entre ellas y la más extendida es que los cólicos se producen por la presencia de gases en el aparato digestivo del bebé.
Esta teoría se fundamenta en el hecho de que, durante los episodios de cólicos, el bebé se encoge y tiene la tripa dura.
Pero, de tratarse de gases, lo normal sería que el bebé llorara después de cada comida y sin embargo, lo común es que los cólicos se produzcan solo una vez al día, frecuentemente por la tarde. Si el bebé come entre 8 y 10 veces al día, ¿por qué sólo le molestan los gases al atardecer?
Es más que posible que los gases favorezcan los cólicos del bebé. Sin embargo, nada indica que sea la única causa.

Otra teoría es la adaptación del bebé a la vida extrauterina, se refiere a que el recién nacido conoce tan sólo, vagamente, un ambiente: el vientre de su madre.  La cavidad uterina es un espacio estable, en el que los cambios son casi imperceptibles. Al nacer y pasar a la vida en el exterior, el bebé tiene que registrar  innumerables estímulos nuevos: sonidos, luces, movimientos, contracciones de su intestino.
El recién nacido no sabe ordenar ni entender ninguno de estos estímulos a los que el adulto está acostumbrado. La adaptación al medio extrauterino será la primera que tendrá que realizar en su vida.
La mayoría de los bebés se tranquilizan cuando son tomados en brazos. Se cree que, de alguna manera, este contacto físico con la madre devuelve al bebé a su "anterior vida" en el útero.

¿Como aliviar los cólicos?

Lo primero que has de hacer si tu bebé tiene cólicos es atenderle. Un bebé que llora quiere comunicar algo. Necesita atención. 
Si tu bebé tiene cólicos, la mejor manera de calmarle será cogerle en brazos, cerca del cuerpo. Acunarle suavemente, cantarle, llevarlo junto al cuerpo en mochila o chal... ayudarán a disminuir la intensidad del llanto. Más allá de los 3 meses, casi ningún niño tiene ya cólicos.

La mejor postura para aliviar los cólicos es manteniendo al bebé incorporado, con la cabeza elevada, sobre el hombro de quien lo sostiene.
El "canguro" porta bebés es muy eficaz. Algunas madres prefieren sujetar al bebé con un chal al estilo "indígena".
Otros bebés se calman boca abajo. Puedes colocar a tu bebé sobre el antebrazo o sobre las rodillas. Si le sitúas sobre tu pecho, el contacto corporal será mayor.
Para algunos padres es muy eficaz acostar al bebé con ellos.

Para aliviar los cólicos, la mejor solución sigue siendo el contacto piel con piel. De este modo, el bebé con cólicos percibe, además del calor, la proximidad de su madre, contribuyendo todo ello a darle una sensación de protección que le ayudará a calmarse. 

Ningún fármaco ha demostrado ser eficaz para los cólicos. Los antiflatulentos o carminativos son inocuos (es decir, no hacen daño) pero tampoco tienen ningún efecto (o sea, actúan por efecto placebo).
Algunos productos utilizados aún hoy contienen además sedantes (luminal, atropina...) que pueden ser peligrosos para el bebé.

Las infusiones comerciales instantáneas no son especialmente eficaces. Están contraindicadas si el bebé toma pecho (para no interferir con la producción de leche y para no inducir confusión en el tipo de succión). Algunas de estas infusiones comerciales tienen un excesivo contenido en azúcar, inadecuado para los bebés.

¿Coger o no coger al bebé con cólicos?

  No se "malcría" a un bebé a tan temprana edad, pues aún no tiene memoria suficiente para aprender "mañas".
Si se coge en brazos a los bebés "solamente" cuando lloran, sí pueden llegar a desarrollar un reflejo condicionado y llorar cada vez que necesiten atención.

Está comprobado que los bebés cuyos padres les toman en brazos a menudo (tanto si lloran como si no lo hacen) son más tranquilos y lloran menos, no sólo durante los primeros meses sino más adelante.

Además desarrollan vínculos profundos de seguridad y confianza con sus cuidadores y posteriormente, en la edad adulta son más capaces de desarrollar vínculos interpersonales estables.

Los bebés de otras culturas, que siempre están colgando de sus madres, no suelen tener cólicos, ni son especialmente "malcriados".
Por el contrario, en las culturas en que el contacto físico con los bebés es muy pobre (como algunas de Asia Central, por la creencia de que les debilita), los bebés suelen convertirse en personas más agresivas


Fuente: el bebé.com

miércoles, 26 de enero de 2011

Un poco de mi historia

Mientras estaba embarazada no tuve la suerte de toparme con ninguna mamá que me hablara de los beneficios del porteo. Tampoco tuve la dicha de ver alguna madre con su bebé envuelto por algún fular o bandolera. Sin embargo yo quería llevar a mi hijo en algo así, sólo que no sabía donde encontrarlo.

Al nacer Julián mi padre me trajo de Argentina una hermosa bandolera azul, la cual no pude usar hasta los 4 meses de mi hijo ya que no tenía ni idea de como ponermela con un ser tan pequeño... sentía miedo que se me escurriera por algún lado.

Los primeros meses seguí mi instinto maternal, llevaba a mi hijo a cuestas todo el día, sólo, que lo llevaba en brazos porque no tenía otra manera de hacerlo. Muy pronto me hice experta en hacer todos los quehaceres con una sola mano....

Luego como a los 4 meses por fin pude animarme a sentar a mi hijo en la bandolera (no se porque me daba ese miedo ridiculo). Ese pedazo de tela azul me acompaño hasta casi el año y medio de mi bebé y sinceramente lo recomiendo 100%.

En Mayo del pasado año tuve la suerte de poder asistir a dos talleres de porteo que realizamos en nuestro grupo de crianza y gracias a ellos conocí de cerca a los maravillosos fulares (los cuales pienso comprar para cuando tenga otro hijo) y  a las mochilas ergonómicas (entre otras cosas). Quedé maravillada con sus ventajas, las vi de todas las clases y colores. Pero opte por adquirir la Boba baby carrier modelo  Organic Chestnut, que a mi entender y por la edad que tenía mi hijo en ese momento sería la que más se adaptaba a nuestras necesidades...

Desde ese instante y hasta el momento, la mochila es un accesorio más de mi vestuario. Si bien la compré cuando Julián ya caminaba, puedo decirles que la he rentabilizado muchísimo.


Mi hijo ya tiene 2 años y casi dos meses, camina, pero llega un punto que se cansa y es ahí donde la mochila entra en acción, en lugar de llevarlo en brazos lo que resta del camino, lo coloco en la espalda y vamos los dos comodísimos. No peleo  para sentarlo en el carro, ni termino con los brazos hechos polvo.

Asique he aquí mi humilde recomendación si alguna mamá que me está leyendo tiene alguna duda sobre que portabebé le conviene usar con un niño mas o menos grande y sin experiencia en el uso de portabebés yo digo que lo mejor es la mochila .

Igualmente en este enlace de kangura pueden ver una pequeña guía sobre como elegir un portabebé ergonómico.

Les dejo algunas fotos de nuestras andanzas mochileras.....








martes, 25 de enero de 2011

Posturas y posiciones para amamantar

Postura:
Es la forma en que se coloca la madre para amamantar.
Las hay diversas, todas sirven y la elección de una u otra dependerá del lugar, las circunstancias o las preferencias de cada madre.
Posición:
Es la forma en que es colocado el bebé para que mame.
También las hay diversas y todas pueden servir, aunque en función de las circunstancias unas pueden ser más eficaces que otras. Lo importante es que nunca ha de doler.

Sobre posturas y posiciones

Lo normal es pasar muchas horas totales al dia amamantando, si no buscamos estar cómodas sufriremos dolor de espalda y las tomas se nos harán interminables. Es buena idea tener preparado un lugar cómodo para amamantar durante el día que puede ser por ejemplo un sillón. Es buena idea disponer también de cojines para poder apoyar los brazos mientras sujetas al bebé o apoyar al bebé si ocasionalmente necesitas una mano libre, y como no: un reposapiés.
Antes se recomendaba a la madre  tener la espalda  recta y bien apoyada,  con los hombros hacia atrás, pero recientemente se ha descubierto que los bebés maman mejor cuando la madre está reclinada hacia atrás. Lo importante es no amamantar nunca encorvada sobre el bebé. En el caso de posturas estiradas también habrá que disponer a apoyo para la cabeza.
Puesto que las tomas de las primeras semanas suelen ser prolongadas, siempre es recomendable, antes de empezar, el prever de tener a mano todo aquello que se pueda necesitar (pañuelos, teléfono, mando a distancia, libro, vaso de agua, etc....).
Posición del bebé al pecho
Aparte de que, para amamantar, la madre disponga de varias posturas entre las que escoger, también existen distintas posiciones para colocar al bebé y múltiples combinaciones de ambas.

En cualquier caso y sea cual sea la postura o posición escogida, es importante verificar que el bebé esta succionando correctamente, con la boca bien abierta, los labios evertidos, la lengua debajo del pezón y con nariz y barbilla tocando el pecho.

¿Y no se ahogará?
Los bebés nacen con un fuerte instinto de supervivencia, y se apartarán con decisión de cualquier cosa que les obstruya las vías aéreas. De hecho, cuando un bebé está resfriado y la mucosidad retenida en la nariz le impide respirar por ésta, se aparta del pecho echando la cabeza hacia atrás por no poder mamar y respirar por la boca al mismo tiempo. No es necesario pinzar el pecho con los dedos ni apartar la nariz del bebé. La característica "naricilla chata" de los bebés les permite respirar por los orificios nasales aunque tengan el rostro literalmente pegado al pecho materno.  

El agarre espontáneo
Igual que todas las demás crías mamíferas nuestro bebé es capaz de alcanzar el pecho y mamar por si mismo correctamente si se lo permitimos.
Todo fluye mejor cuando no se siguen técnicas y dejamos que todo surja de modo espontáneo. Para ello, debes estar  semi-acostada o sentada con la espalda reclinada hacia atrás, y colocar el bebé boca abajo sobre ti, con la cabeza situada entre tus pechos descubiertos, de modo que no quede ni un trozo del cuerpo de tu bebé que no esté en contacto con el tuyo. No es necesario sujetarlo, solo vigilarlo, porque la propia gravedad lo mantiene firme. 

Permite que tu bebé cabecee, busque y escoja un pecho y golpee repetidamente con la barbilla hasta prenderse solo. Puede tardar entre 10 y 60 minutos si acaba de nacer, menos de 10 minutos si ya lleva tiempo mamando. En ocasiones, el tamaño y forma del pecho pueden dificultar el proceso. Si este es tu caso puedes ofrecerle el pecho sujetándolo entre los dedos pulgar e índice, como si se tratara de un sándwich.
La postura ventral, en contacto directo cuerpo a cuerpo, es la que adoptan instintivamente todas las crías de primates para mamar. Se ha  comprobado que los bebés humanos pueden mamar con eficacia y sin dañar a su madre en esta posición aunque tengan alguna limitación mecánica de la succión.
Otras posiciones de la madre para amamantar:
  • Sentada
  • Estirada
  • De pie
  • A cuatro patas
Posición del bebé al pecho
Aunque lo más habitual es amamantar sentada o estirada con el bebé frente a la madre, son muchas las posiciones a las que se puede llegar a recurrir:

  • Postura sentada - Posición estirado: El bebé estirado frente a la madre  en contacto con su cuerpo, mamando de un pecho y con sus pies hacia el otro pecho. Es la más habitual.

Una variante de la posición anterior es colocar al bebé de forma inversa, también estirado y girado hacia la madre, pero con los pies hacia el otro lado. Esta variante no es tan frecuente pero puede ser útil si el bebé rechaza, por la razón que sea mamar de un pecho. Si se le coloca en el pecho que rechaza del mismo modo en que mama del otro, es posible que lo acepte.
  • Postura sentada - Posición "de rugby": El cuerpo del bebé pasa por debajo del brazo de la madre y sus pies apuntando a la espalda.
Esta posición es muy útil para drenar los conductos que se encuentran en la cara externa de los pechos y así prevenir, o si es el caso curar, posibles obstrucciones o mastitis que, aunque puede darse en cualquier zona del pecho, suelen ser más frecuentes en ésa.
Tanto las posión estirada como la "de rugby" funcionan perfectamente bien si la madre, en vez de estar sentada, está colocada en postura semi-reclinada.
  • Postura sentada - Posición caballito: En esta posición el bebé está sentado a horcajadas sobre una de las piernas de su madre.
Aunque poco frecuente, esta posición puede ser muy útil con bebés con dificultades para fijar el pecho, bien por retrognatica (maxilar inferior corto o retraído) u otras causas.
En esta posición conviene que, al introducir el pecho en la boca del bebé, el pezón apunte "hacia arriba" en dirección a su paladar, de forma que una buena porción de pecho descanse sobre el labio inferior facilitando el agarre.
  • Postura estirada - Posición estirado (en paralelo): En este caso tanto la postura como la posición son frecuentes ya que de este modo se facilita el descanso de la madre. Es especialmente útil si la madre todavía siente molestias tras el parto, sobretodo si ha sido sometida a una episiotomía o cesárea.
También es muy útil para amamantar por las noches o si simplemente se quiere descansar un rato.
  • Postura estirada - Posición estirado (en paralelo inverso): En este caso la posición del bebé es menos frecuente que la anterior pero hay madres que se sienten cómodas con ella y también puede ser útil, igual que la postura "a cuatro patas", en caso de obstrucciones o mastitis localizadas en la parte superior del pecho.
  • Postura "a cuatro patas" - Posición "boca arriba": Esta postura es poco frecuente en el amamantamiento diario.
Pero se trata de un recurso a utilizar en el supuesto de que la madre tenga una obstrucción o mastitis localizada en la parte superior del pecho, ya que de ese modo se facilita el drenaje de esos conductos.
Todas estas posiciones son propias de bebes con una autonomía de movimientos todavía muy limitada. Los bebés más mayorcitos pueden mamar cómodamente en las posiciones más inverosímiles.
Lo importante es saber que no existe una única postura o posición correcta apta para todos los binomios madre / hijo, si no que cada binomio tendrá que buscar las posturas y posiciones que mejor se adapten a sus mutuas preferencias y también a las características físicas de ambos.

Nociones básicas para posicionar correctamente un bebé

  1. La madre se sitúa en la postura elegida apoyando bien espalda y pies.
  2. Se acerca el niño al pecho allí donde quede éste sin desplazarlo.
  3. Se coloca al bebe perpendicular a la orientación del pezón.
  4. Se enfoca nariz – pezón.
  5. Antes de abrir la boca, sin necesidad de  ladear, doblar o girar el cuello, el pezón ha de estar  frente a la nariz del bebé.
  6. Cuando abre la boca, acercar al bebé con rapidez y decisión al pecho.
  7. Madre e hijos han de quedar  cuerpo contra cuerpo (frente a frente)
  8. El pezón ha de quedar apuntando al paladar del bebé.
  9. Nunca el pecho ha de ir hacia el bebé, es el niño el que va hacia el pecho.
  10. La cabeza del bebe no ha de quedar en el hueco del codo, sino en el antebrazo.
  11. La madre no sujeta al bebé por las nalgas con esa mano, sino que ésta queda a mitad de la espalda, aunque puede sujetarlo con la otra.
  12. Es recomendable evitar el uso de ropa o mantas que aumenten la distancia del bebe al pecho.
Signos de buena posición
  • La cabeza y el cuerpo del bebé están en línea recta.
  • La cara del bebé mira hacia el pecho.
  • La madre mantiene el cuerpo del bebé cerca de ella.
  • Si el bebé es un recién nacido, la madre lo envuelve en un abrazo. No lo sujeta solamente de la cabeza y los hombros.
Signos de buen agarre
  • El mentón y la nariz del bebé están cerca del pecho de la madre.
  • Los labios del bebé están evertidos, sobretodo el inferior bien doblado hacia abajo.
  • La boca del bebé está bien abierta.
  • Se observa más areola por encima de la boca del bebé que por debajo (agarre asimétrico).
Signos de buena succión
Al inicio la succión es rápida y superficial. Después  de alrededor de un minuto cambia a succiones lentas y profundas, con pausas intermedias. El ritmo normal de la succión de un recién nacido es de ciclos encadenados de 10 a 30 succiones en los que el bebé respira con normalidad sin necesidad de interrumpir la succión. Si tu bebé realiza de 3 a 5 succiones consecutivas, seguidas de una pausa de la misma duración del episodio de succión para poder respirar, probablemente tenga una succión inmadura y ello pueda causar dificultades para que se alimente bien. 
Lo normal es que si hay silencio ambiental puedas escuchar como traga durante unos minutos en cada toma mientras observas un movimiento mandibular amplio que denota que está tragando.
Además podrás ver que:
  • La lengua del bebé está debajo de la areola.
  • Se observa un movimiento en el punto de articulación de la mandíbula.
  • La mejillas no se hunden, sino que se ven redondas y llenas.

A tener en cuenta

La posición del niño al pecho es uno de los aspectos que más influyen en el éxito de la lactancia.
La lactancia es un proceso activo por parte de sus dos protagonistas, madre e hijo. Por un lado la leche no espera pacientemente en el pecho a que alguien la saque, sino que es empujada por la acción de una hormona, la oxitocina. El bebé tampoco es pasivo, no espera con la boca abierta a que le caiga la leche que gotea sola, sino que tiene que hacer unos movimientos de succión determinados para obtener toda la leche que necesita.  Para que todo este proceso sea óptimo, la posición y la succión del bebé ha de ser correcta y la lengua tiene que tener total movilidad ya que pueden surgir problemas si el frenillo lingual es corto.
Ir alternando diversas posiciones facilita el correcto drenaje de todos los conductos del pecho y previene la aparición de obstrucciones y mastitis.
La lactancia no es un proceso totalmente instintivo en el ser humano sino que precisa de un aprendizaje social. Ver a otras madres amamantar correctamente a sus hijos facilita que el propio bebé mame en posición adecuada.
Se ha observado que, cuando en el mismo momento de nacer (antes de lavarlo, pesarlo, practicar profilaxis oftálmica o cualquier otra maniobra; a veces incluso antes de cortar el cordón) un recién nacido es colocado desnudo sobre el cuerpo desnudo de su madre, y se le deja con ella durante dos horas sin interrupciones, casi todos los bebés se arrastran por si mismos hacia el pecho, localizan el pezón y maman de forma espontánea en posición correcta, en un momento variable entre unos 20 minutos y algo más de una hora después del parto.
Sin embargo, también se ha observado que muchos recién nacidos no consiguen mamar correctamente si están bajo los efectos de la petidina administrada a la madre durante el parto, o si son separados de la madre durante 20 minutos (entre el minuto 20 y 40 postparto), aunque luego les vuelvan a dejar en contacto con la madre. Cuando coinciden ambos factores (petidina y breve separación) casi ningún recién nacido logra mamar en posición correcta.
Los factores que favorecen la posición correcta del bebé al pecho son:
  • Una buena información de la madre.
  • El inicio temprano de la lactancia.
  • Evitar el uso de chupetes y biberones para prevenir el Síndrome de Confusión de Pezón.
  • Apoyo profesional durante la estancia hospitalaria.
Los signos y síntomas de un Síndrome de Posición Inadecuada pueden ser:
  • Mejillas hundidas, succión rápida y ruidosa, movimientos periorales.
  • Dolor y grietas en los pezones.
  • No soltar el pecho por si mismo.
  • Ingurgitación, a veces mastitis.
  • Reflejo de eyección intenso y repetido.
  • Atragantamiento, a veces rechazo del pecho.
  • Vómitos y regurgitaciones.
  • Escaso aumento de peso.
  • Tomas frecuentes y prolongadas (las tomas de más de una hora que casi se empalman unas con otras, pueden ser normales en algunos niños de pocas semanas, pero también pueden ser indicio de mala posición, por lo que ante la duda es conveniente verificar la posición y la succión del bebé).
Los signos de un Síndrome de Confusión de Pezón debido a la interferencia de chupetes y biberones  pueden ser:
  • El bebé se “pelea” con el pecho en algunas tomas, parece nervioso, confundido y acaba agarrándose correctamente después de un rato que parece que no lo consigue. Es posible que al principio lo haga solo en alguna toma, pero si la interferencia con tetina sigue lo normal es que acabe haciéndolo en todas las tomas y que incluso en algunas no logre cogerse al   pecho, hasta que deje de mamar por completo.
  • Cuando se agarra la boca del bebé esta muy cerrada, solo es capaz de abarcar el pezón y no la areola.
  • Y la posición y movimientos de la lengua difieren, el bebé tiende a mover la lengua delante del pezón en vez de colocarla debajo.
Algunos factores físicos, tanto por parte del bebé (frenillo lingual corto, retrognatia, ....) como de la madre (tamaño y orientación del pecho o el pezón, ...) pueden dificultar un correcto agarre del bebé al pecho. En algunos casos habrá que intervenir externamente (cortar el frenillo corto), en otros es posible que el problema solo se de en según que posiciones. Si éste es el caso será cuestión de identificar que posición es la más adecuada a ese binomio madre / hijo.
Los pezones planos o invertidos no tienen por que ser un obstáculo para una correcta posición, ya que el bebé mama de la areola, no del pezón.
El uso de pezoneras puede se útil en algunos casos difíciles en los que el bebé es incapaz de agarrar el pecho de cualquier otro modo, pero también puede ser causa de otros problemas, como bajada de producción de leche, por lo que su uso ha de ser muy prudente.
Hacer “la pinza” o sea sujetar el pecho entre los dedos índice y corazón, puede ser factor de riesgo para una mala posición y succión, ya que impide al bebé abarcar bien el pecho con la boca. También puede aumentar el riesgo de obstrucciones. Si hubiera que sujetar el pecho con una mano, mejor hacerlo con el pulgar y el índice colocados “en forma de C” arriba y debajo de la areola y sin comprimir el pecho.
Reconducir una posición o succión inadecuada hasta conseguir una lactancia exitosa y satisfactoria es posible, con información, paciencia y apoyo adecuados.


Fuente: Alba Lactancia materna

viernes, 21 de enero de 2011

Colecho

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A la práctica de dormir con los hijos se le conoce como colecho. Lo primero que hay que decir al hablar sobre colecho es que no tiene consecuencias negativas para la familia ni mucho menos para el bebé, quien generalmente se siente muy a gusto durmiendo en medio de la seguridad y el calor de las personas que más lo aman.


Una de las ventajas del colecho es que favorece mucho la lactancia nocturna del bebé y  al no tener que pasear al bebé por los pasillos o algo similar también es muy probable que tanto mami como hijo duerman mejor, además de que regula y acompasa los patrones de sueño de la díada madre-hijo.

Que es lo socialmente aceptado?  no es otra cosa que las imposiciones culturales. En Japón por ejemplo es norma y regla que los hijos compartan la cama con los padres, no se concibe de otra manera el hábito de dormir; sin embargo en  culturas occidentales como Estados Unidos se muestra un gran afán por “independizar” al bebé cuanto antes y llevarlo a su propio cuarto, es “de buen gusto” decir “mi hijo duerme solo en su habitación desde  que tenía X meses” y no es socialmente aceptable decir “nuestro hijo duerme con nosotros”.

Les dejo una pequeña reflexión que hace el pediatra Carlos Gonzalez (presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM), autor de  Un regalo para toda la vidaBésame mucho (entre otros) ante la pregunta de una preocupada mamá sobre  que hacer con su hija que ¨no puede dormir solita¨

Eso es lo normal. Hacia los tres o cuatro años suelen aceptar el dormir solos si se les pide educadamente (aunque, por supuesto, ellos preferirían seguir durmiendo con su madres hasta los 10 o 12).Es muy importante que aprendan desde pequeñitos a dormir acompañados, porque así es como solemos dormir los adultos. Imagínate que no aprende a dormir con otras personas, y que cuando sea mayor no se quiere acostar con su marido. ¡Sería terrible! ¡No la conseguirías casar! ¡Tendríais que aguantarla en casa toda la vida! (o meterla monja...)De todos modos, si encuentras que tres en la cama es demasiado incómodo, habrá que sacar a alguien. Se puede usar un criterio de antigüedad (que se vaya quien más tiempo lleve durmiendo en tu cama), un criterio de maduración (que se vaya el más maduro), un criterio de espacio (que se vaya el que haga más bulto), un criterio de contaminación sonora (que se vaya el que ronque más fuerte), o un criterio operativo (que se vaya el que menos llore al sacarle de la cama). Me temo que todos los criterios apuntan hacia tu marido... :-)




Lo de los tres o cuatro años lo baso en experiencia personal, y en haber hablado con otras madres (huy, qué he dicho, si yo no soy una madre... creo que se me está pegando algo) que han practicado el colecho. Me temo que falta por hacer un estudio descriptivo-observacional sobre la duración habitual del colecho en las familias que lo practican.También precisamente por experiencia, en que hay niños que, habiendo dormido solos, es hacia los tres años cuando quieren dormir con su madre. Mi idea personal (sólo una interpretación, probablemente sesgada y basada en datos incompletos) es la siguiente:
1.- Lo biológicamente normal en nuestra especie, lo que ocurría antes de que las distintas culturas impusieran distintas normas, probablemente era que los niños dormían con su madre hasta los 10 o 12 años, y puede que más. Me baso en que los chimpancés duermen con su madre hasta los 5 (y tienen la pubertad a los 7), y en que no logro imaginarme a un niño de menos de 10 años durmiendo sólo y desnudo en el suelo, bajo las estrellas, y sobreviviendo.2.- Vestidos, en una cuna, en una habitación, bajo un techo, evidentemente los niños sí que pueden dormir solos y sobrevivir. El problema es que ellos no lo saben.3.- Hacia los 3 o 4 años, los niños empiezan a comprender que, en efecto, no corren ningún peligro durmiendo solos. Si los padres quieren que duerman solos, y se lo dicen con gracia, pueden convencerlos. Digo por experiencia que preferirían dormir acompañados hasta los 10 o 12, porque más o menos hasta esa edad quieren que les hagas mimitos, que les vayas a arropar, o intentan venir a tu cama ocasionalmente, o aparecen de visita el domingo por la mañana... Los de 15, en cambio, creo que no permitirían tales cosas ni pidiéndoselas por favor.Creo que muchos niños que han dormido con su madre desde el principio, hacia los 3 o 4 se sienten lo bastante seguros para dormir solos sin quejarse mucho.

4.- Este es el punto más polémico, pero también lo creo: pienso que aquellos niños que desde el nacimiento han dormido solos se sienten más inseguros, y que su evolución es precisamente la contraria. Un niño de un año que jamás ha dormido con su madre es incapaz siquiera de imaginar que eso es posible. Nota que le falta algo, pero no sabe el qué. Por eso los libros clásicos de pediatría y puericultura (como el Spock o el mismísimo Nelson) insisten en que «ni una sola noche los admitas en tu cama, porque se acostumbrarán y querrán volver cada noche». ¡Es como descubrir un nuevo mundo de posibilidades! Pero, si no lo ha descubierto antes, hacia los 3 o 4 años probablemente llega a imaginarlo, o a enterarse de alguna manera, y al mismo tiempo tiene más capacidad física para hablar, desplazarse y en definitiva imponer su voluntad. Así que es entonces cuando por fin consigue ir a dormir con sus padres, y luego tardará más en llegar a dormir solo, precisamente porque, al haberle faltado el colecho al principio, se sentirá más inseguro.Desde luego, no es que yo recomiende sacar al niño de la cama a los 3 o 4 años. Como tampoco recomiendo meterlo. Cada familia hará lo que crean conveniente. Lo que quiero es explicar, a aquellas familias que ya lo han metido en su cama (o están pensando hacerlo) que no están haciendo nada malo, que tienen perfecto derecho a seguir así. A quienes preferirían sacar al niño lo antes posible, puedo explicarles que, probablemente, hacia los 3 o 4 años lo conseguirán. Si alguien no ve motivo para sacarlo, y prefiere esperar a que el niño se vaya de puro aburrimiento, también me parece perfecto. Estoy seguro de que todos los niños se irían, tarde o temprano (de esto sí que tengo bibiografía, porque está escrito: «por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne». Eso lo dijo uno que sabía más que Freud, así que no creo que lo discuta nadie :-)Lo de sacar a alguien de la cama, evidentemente era en broma. Nosotros hemos estado la mar de bien tres en la cama, y nadie se tuvo que ir. Lo que pretendo señalar con mi broma es que nuestra sociedad ve perfectamente normal que un adulto de 30 años necesite compañía para dormir, pero no admite que un niño necesite lo mismo. Tanto que los que hablamos de que se vaya el padre lo decimos en broma... pero algunos dicen que se vaya el niño, ¡y lo dicen en serio! Mi mujer me dejó entrar en su cama hace casi 22 años, y todavía no me ha sacado, por lo que le estoy muy agradecido.Por cierto, creo que las necesidades del bebé, la mamá y el papá no son necesariamente incompatibles. Me consta que muchos padres disfrutamos enormemente de esos años en que tenemos niños en la cama. Es algo que más adelante se echa de menos.



miércoles, 19 de enero de 2011

La exterogestación y la necesidad de ser llevado

Un canguro se queda en su bolsa hasta que su gestación exterior está completa. Los bebés humanos nacen inmaduros y necesitan también la presencia física de su madre. ¿por qué se termina la gestación humana antes de tiempo? ¿cuando estará preparado el bebé para alejarse de la madre? ¿por qué es tan importante este contacto? ¿que es la exterogestación?

    

El mejor lugar después del vientre materno.
La exterogestación y la necesidad de ser llevado
Artículo de Elizabeth Antunovic (©2009 NAP, Inc.). Traducido por Kangura.com


 Introducción

Un canguro se queda en su bolsa hasta que su gestación exterior o exterogestación está completa y es capaz de alejarse de su madre por su cuenta. Al igual que un canguro, los bebés humanos nacen también inmaduros. De hecho, los bebés humanos siguen siendo en realidad más desvalidos que las crías de cualquier otra especie, y como algunos marsupiales también deben pasar por un período distinto de la gestación fuera del útero. Aunque el nacimiento puede ser visto como una separación de la madre y el bebé, los bebés necesitan ser mantenidos en los cuerpos de sus madres después del nacimiento. Este período de gestación exterior tiene que ser respetado ya que no es sólo una cuestión sentimental, sino una cuestión con un impacto profundo en el desarrollo físico, emocional y psicológico del niño.

La gestación fuera del útero-"La gestación Exterior"
La simple observación de un recién nacido clarifica su naturaleza indefensa. Necesita calor y alimento. No puede alejarse del peligro y no puede usar palabras para comunicar sus necesidades. Tiene el reto de usar su sistema nervioso para comprender el espacio y su relación con él, respirar por sí mismo para hacer circular el oxígeno y nutrientes a todo su cuerpo; para comer, digerir y eliminar residuos. Es evidente que el recién nacido pasa por una transformación que no se produce instantáneamente, sino gradualmente, mayoritariamente durante el primer año de su vida. Durante este tiempo debe ser llevado a todas partes. Todavía tiene un largo camino por recorrer antes de que pueda gestionarse por sí mismo. Esta relación simbiótica entre la madre y el bebé está "naturalmente diseñada para ser aún más intensa e interoperativa después del nacimiento" que durante su gestación en el útero (Montagu, 1988, 75). 
 

"El nacimiento no sólo constituye el comienzo de la vida de la persona sino que conlleva el final de la gestación. El nacimiento representa una serie compleja y muy importante de cambios funcionales que sirven para preparar a los recién nacidos para el paso por el puente entre la gestación en el útero y la gestación que continuará fuera del útero. "(Montagu, 1986, 57)


El bebé debe ser alimentado de una forma que represente lo más posible la intimidad del embarazo hasta que la gestación "exterior" ("gestatio"- latin, llevar o transportar) se ha completado. Esto significa que el bebé debe estar en proximidad constante con su madre, ya sea en los brazos de su madre o en contacto con el cuerpo de su madre gracias a un con un trozo de tela u otro portabebé.


Continuando la relación entre madre e hijo
 A pesar de que los bebés son llevados por sus madres en la mayor parte del mundo, cada vez más diminutos bebés pasan la mayor parte de sus días solo en incubadoras, asientos inflables y cochecitos y pasando sus noches solos en moisés y cunas privados del contacto y la presencia de su madre. La naturaleza no lo planteó para que fuera de esta manera. Una madre y su bebé están fuertemente predispuestos a esperar unidos y a continuar con esa unidad después del nacimiento.


"A pesar de que las experiencias intrauterinas pueden ejercer una influencia sobre el desarrollo posterior del niño, las experiencias que tiene aproximadamente durante los diez meses después del parto son de mayor experiencia... una relación simbiótica permanente entre madre e hijo diseñada para perdurar un "continuum" sin interrupción hasta que el peso del cerebro del bebé se ha más que duplicado "(Walsh).






Nacimiento debido a una cabeza grande
El bebé humano nace usualmente 266,5 días después de la concepción debido a su cabeza grande y al rápido crecimiento de su cerebro que tiene lugar durante los últimos tres meses en el útero. El aumento de tamaño del cerebro y la locomoción bípeda (sobre dos pies y posteriormente un reordenamiento y el estrechamiento de la pelvis) implica una reducción  de madurez al nacer, de casi todos nuestros sistemas fisiológicos, para poder sobrevivir (Trevathan, 144)


El patrón que sería normal para completar la mitad del tamaño del cerebro adulto no es posible antes del nacimiento debido al gran tamaño del cuerpo y la cabeza del bebé, necesarios para acomodar a su cerebro en desarrollo (Cella Conde, 94). Se produce entonces un cambio importante en la duración de la gestación, y debido a este significativo crecimiento del cerebro, el desarrollo del comportamiento, y la maduración de los sistemas se retrasa totalmente hasta después del nacimiento. En el útero se interrumpe la gestación y el bebé nace antes, simplemente por necesidad (Trevathan, 144). 
Si los bebés se quedaran en el útero durante un período más extenso de tiempo y su cerebro siguiera creciendo al ritmo que crece, la cabeza sería demasiado grande para pasar por el canal vaginal y pondría en peligro la propia vida del bebé, la vida de la madre, y la de toda la especie humana, por así decirlo. Así, a pesar de que el bebé no ha madurado suficientemente, nace. (Montagu, 53)

El cuerpo de la madre regula el desarrollo de los sistemas

 
Cuando nace un bebé necesita respirar por sí mismo, proporcionar oxígeno y nutrientes a todo su cuerpo, ajustar su sistema gastrointestinal a la nueva función de la ingestión, digestión y eliminación. Utilizará su sistema nervioso para obtener información sobre su entorno y su lugar en él. Sin embargo, la fisiología humana no dirige todas sus funciones propias, sino que es interdependiente. La información regulatoria adquirida por los niños de sus madres también afecta la función cardiovascular, los ritmos del sueño, la función inmune y los niveles hormonales. El Dr. Heller afirma que "mientras está en contacto con la madre, los sistemas del bebé se mantienen a un ritmo regular. Pero, además, el recién nacido debe trabajar el doble para mantener la armonía fisiológica "(Heller, 31). Montagu más defiende, "La unidad biológica, la relación simbiótica, gestionada por la madre y el embrión durante el embarazo no cesa al nacer, de hecho está naturalmente diseñada para convertirse en aún más intensamente funcional y comprometida mútuamente después del parto que durante la gestación en el útero" (Montagu, 1986 , 57).
La presencia física de la madre es necesaria para ayudar a regular el desarrollo de los sistemas de su hijo/a.


El gateo completa la gestación exterior

En 1944 Portmann fue el primero en sugerir que para que un recién nacido humano alcanzara el estado de desarrollo de un mono recién nacido, la gestación total sería de alrededor de 21 meses. Kovacs la situó entre los 18 y los 20 meses. Bostok informó de que la gestación ideal para un ser humano recién nacido sería cuando la locomoción cuadrúpeda (movimiento en cuatro patas) comienza, lo que significaría el gateo para el bebé humano, siendo capaz de escapar de un peligro por sus propios medios. Lo que es interesante es que el tiempo promedio que lleva a un bebé a gatear, o para que la gestación exterior finalice en términos de Bostok, es de 266 días y medio después de su nacimiento-exactamente el mismo tiempo que la gestación en el vientre! (Montagu, 1986, 54). De ahí la idea de "nueve meses dentro y nueve meses fuera".

Los periodos de desarrollo humanos, más largos que los de los simios, excepto la gestación
La gestación de los Simios se diferencia de los seres humanos por sólo un par de semanas. Ellos permanecen un poco más de tiempo en el útero que los humanos. Su inicio de la pubertad es cuando tiene ocho o nueve años. Completan su crecimiento cuando cumplen los diez u once años y su esperanza de vida es de treinta a treinta y cinco años. Cuando se compara la duración de nuestros períodos de desarrollo a la de ellos, la primera y última salida de los dientes, el inicio de la pubertad, la terminación del crecimiento general, y la vida, todos nuestros periodos de desarrollo son más largos que el de los siminos (Montagu, 1986 , 51). La excepción es la gestación.




Los humanos nacen con un 25% del cerebro de un adulto, los simios el 50%

Aunque los monos también nacen en un estado inmaduro, siguen siendo inmaduros durante un tiempo mucho más corto que los humanos. Ellos tardan aproximadamente un tercio del tiempo a levantar la cabeza, sentarse por sí mismos, pararse y caminar. Nacen con un promedio del 50% de su cerebro adulto mientras que los humanos nacen con sólo el 25%. La maduración que otros mamíferos completan antes del nacimiento, el ser humano deberá realizarla después del nacimiento.

 
Para que un bebé humano alcanzara la mitad de su tamaño del cerebro adulto tardaría unos 18 meses de gestación (Trevathan, 144). Curiosamente, éste es precisamente el período de tiempo en que los bebés empiezan a moverse por sus propios medios y se arrastran. Tanto el gateo como el logro de 50% del tamaño del cerebro adulto indican que la gestación exterior se completa aproximadamente nueve meses después del nacimiento.

Ventajas de un desarrollo incompleto

A pesar de todo, tiene algunas ventajas haber nacido en una fase temprana de desarrollo cerebral. En realidad, es adaptativo nacer en una etapa más subdesarrollada porque el mundo proporciona todos los días información sensorial más diversa que el ambiente cerrado del útero materno. "Las ventajas del nacer temprano en el ciclo de gestación incluyen una mayor plasticidad y una exposición precoz a los estímulos ambientales importantes para el aprendizaje" (Trevathan, 149).


Cuando un cordero nace, por ejemplo, para sobrevivir, simplemente tiene que levantarse y aprender a seguir a su madre. Es un  patrón instintivo-reflejo de la acción. Los seres humanos son diferentes. "El bebé no es una criatura pasiva que está determinada por su entorno, sino que está explorando constantemente, tratando de aprender, y tener el medio ambiente bajo su control" (Karen, 203). Haber nacido antes en el ciclo de gestación nos permite hacer esto más fácil, y nos da una inteligencia abierta y una lógica flexible. Estar en "desarrollo incompleto" en realidad facilita más la creatividad y la personalidad individual (Pearce, MC, 10).




Dos tercios del crecimiento total del cerebro finaliza el primer año

A pesar de que la infancia es responsable sólo de aproximadamente el 2% de nuestra esperanza de vida, un increíble 80% del crecimiento total del cerebro de un bebé se llevará a cabo en el momento en que cumple dos años (Heller, 110)! El cerebro del bebé aumenta de sólo el 25% al nacer al 60% del volumen del cerebro adulto para al final del primer año ser casi dos tercios del crecimiento total del cerebro, esto ocurre en un intervalo muy corto de tiempo ( Montagu, 1986,55-6). En el primer año de vida, el cerebro de un bebé crecerá más rápido de lo que lo hará nunca. Cuando un niño cumple tres años debería haber finalizado el 90% de su crecimiento cerebral.

Necesidad primaria de contacto materno
A pesar de que los bebés simios maduran más rápido que los bebés humanos, todavía permanecen en continuo contacto con sus madres durante un período prolongado de tiempo, normalmente hasta que finaliza la lactancia, con un promedio de duración de tres años o más. "Dada nuestra exterogestation ... la separación de nuestro cuerpo antes que cualquier otro mamífero desafía la lógica" (Heller, 29). La lactancia y la proximidad a la madre durante tres años o más pueden ser la norma en la mayor parte del mundo, pero ciertamente no es la norma en Occidente o en los países anglosajones. Muchos consideran que llevarlos demasiado, malcriará a sus bebés. Pero, "en lugar de sentir que deberías soltarlo, puedes estar seguro de que está exactamente donde tiene que estar" (Granju, 273).
Aunque vivamos en la era moderna ",nuestro cerebro siguen estando basado en la Edad de Piedra... casi la totalidad de nuestra bioquímica y fisiología están diseñadas para las condiciones de vida que existían cuando éramos cazadores y recolectores. Y en ese estilo de vida, los bebés eran mantenidos encima o cerca de sus madres, su fuente de seguridad. Después de eones con esta conducta, el cerebro del bebé ha evolucionado a través de la selección natural esperando una vida  en una " matriz con perspectiva", con el cerebro de la madre conectado para proporcionar esa cercanía "(Heller, 4).
La naturaleza tiene el propósito de que los bebés estén con sus madres, sobre todo en los momentos en que su cerebro crecerá más que cualquier otro momento de sus vidas. Los bebés no podrían haber nacido con un desarrollo incompleto y permanecer solos o separados de sus madres la mayor parte del día si tuviéramos que sobrevivir como especie. "No importa que sean numerosas sus ventajas, de todos modos, el retraso de las tasas de crecimiento y el nacimiento en una fase anterior de gestación nunca podría haber ocurrido si no hubiera existido compensación en el comportamiento a la hora de cuidar el bebé por parte de la madre "(Trevathan, 149).
 
La inmadurez apenas respetada de los recién nacidos

 
Desde la óptica del recién nacido, él ni siquiera es diferente de la madre. Se trata de una sola unidad, una díada madre-hijo. Sin embargo, a pesar de estos signos evidentes de dependencia, la inmadurez fisiológica y neurobiológica real del recién nacido no es respetada. Para un bebé que se convierte prematuramente  en "un individuo" y es separado de su madre en los primeros momentos, días, semanas o meses después del nacimiento en efecto, es un desafío para su futuro crecimiento, seguridad y estabilidad como individuo. La importancia de que la madre y el bebé permanezcan en contacto y juntos durante durante este período crítico del desarrollo no se puede alterar demasiado.
"Si los padres comprendieran plenamente el alcance de su influencia sobre sus hijos, especialmente en el comienzo de su vida, la necesidad del tacto abundante y  el afecto ni siquiera tendría que ser mencionado" (Caplan, 36).

 
En su libro El concepto del Continuum, el antropólogo Jean Leidloff explica que: "Un bebé privado de la experiencia necesaria en la formación de las bases para el pleno desarrollo de su potencial innato quizás nunca conozca un momento de la justicia incondicional que ha sido natural en su especie en un 99,99% de su historia. La privación, en la medida que haya sufrido malestar y limitaciones en la infancia, se mantendrá de manera indiscriminada como parte de su desarrollo ... "(Leidloff, 48)

 
El tiempo juntos y la lactancia sin restricciones espacia el nacimiento de los hijos
La naturaleza nos ha provisto de una forma biológica para espaciar el nacimiento de los hijos, permitiendo que la madre cuide de su hijo durante un período de tiempo más largo. Esto les da a ambos el tiempo que necesitan para formarse (Jackson, 45). Los niños Kung San permanecen en constante contacto con la piel con sus madres y  son amamantados con frecuencia y sin restricciones. Aunque no usan los métodos anticonceptivos occidentales, el nacimiento de sus hijos se  produce en tres-cuatro años de diferencia (Shostak, 67). Aunque con la lactancia materna "cultural" no puede haber efectos sobre la fertilidad de la madre, cuando una madre y un niño participan de la lactancia materna "ecológica", las mujeres permanecen en amenorrea de la lactancia (ausencia de períodos, debido a la lactancia materna sin restricciones y proximidad constante) y los bebés llegan espaciados de forma natural. 
 
La proximidad constante permite una Lactancia Materna Ecolólgica

"La Lactancia ecológica es una forma de lactancia en la que una madre cumple con las necesidades del bebé con una lactancia frecuente y su presencia a tiempo completo y en la que el niño gracias a la frecuentes la succión pospone el regreso de la fertilidad". (Kippley, 8).

Se llama "ecológica" ya que describe la relación entre dos organismos, tanto de la madre como del bebé, y cómo se afectan entre sí. Una madre puede pasar de forma natural más tiempo con su bebé durante tan importante periodo del desarrollo. Su cuerpo sabe que está dando tanto a su hijo que su cuerpo no está preparado para establecer y alimentar otra vida tan pronto. Las energías de reserva de la madre no se reducen con sangrado menstrual durante este tiempo cuando su ovulación es suprimida.

Además de esto existen "las ventajas psicológicas que están recíprocamente conferidas para el bebé y la madre en la situación de lactancia, sobretodo en una especie en la que la madre está simbióticamente diseñada para continuar la gestación de su hijo fuera de la matriz" (Montagu, 1986 , 54).
 
Las madres se benefician física y emocionalmente
No sólo el bebé necesita a su madre, ambos se necesitan mutuamente. Después del esfuerzo del proceso del nacimiento la madre se tranquiliza con la sensación de fuerza y plenitud cuando sostiene a su bebé cerca de su pecho. El bebé se siente reconfortado por el tacto de su madre, el calor de su cuerpo y la seguridad de ser acunado en los brazos de ella. Después del nacimiento, cuando el bebé se prende al pecho, las contracciones del útero de la madre comienzan a reducir su tamaño. La lactancia aumenta la hormona del "amor" o la oxitocina que ayudan a intensificar la unión de una madre con su bebé y la disposición de la madre hacia su hijo. Ella se siente cada vez más cautivada por su bebé y su bebé cautivada por ella. Esta relación de lactancia y la intimidad entre la madre y el bebé que  conlleva desempeña un papel importante en el establecimiento de una base permanente para los sentimientos de placer, satisfacción y alegría. 
 


 
 
Sienta las bases para todo el aprendizaje posterior
En la infancia se sientan las bases para todo el aprendizaje posterior. Cuanto más trabajo cerebral hace nuestro bebé, más capaz se vuelve de hacer y más ganas tiene de nuevo conocimiento. La importancia de los primeros años de la vida del bebé en el desarrollo del cerebro no se puede negar, ya que "directa y permanente, influye en la estructura y la función final de su cerebro" por lo que es aún más crítico para un bebé  estar sujeto a su madre, sobre todo durante su período exterogestation, cuando su cerebro está en desarrollo más que  en cualquier otro momento de su vida (Eliot, 38). Para muchas habilidades el período crítico puede extenderse durante toda la infancia e incluso hasta la adolescencia, pero para otros, "se cierra en los primeros meses o años de vida antes de que la mayoría de los padres ni siquiera sabe que el desarrollo mental de su bebé es aún vulnerable".
Ella dice, "Las sinapsis que se activan rara vez - ya sea por lenguas nunca oídas, música que nunca se hizo, un deporte  que nunca jugó, las montañas nunca vistas, el amor que nunca se sintió- se marchitan y mueren. A falta de actividad eléctrica adecuada, pierden el ritmo y los circuitos que estaban tratando de establecer ... Mientras un exceso en el número de sinapsis están presentes el cerebro está en su mayor plasticidad y se puede desarrollar de muchas maneras, pero una vez que las sinapsis se han ido, el periodo crítico ha pasado, y debe conformarse con los circuitos existentes, ya no hay negociación para un equipo más rápido "(Elliot, 32, 38).
Eliot no niega que el aprendizaje posterior no sea posible, pero definitivamente sostiene que el aprendizaje no es tan fácil como lo es para un niño, una razón de por qué las personas mayores tienden a ser más rígidos en su manera de hacer las cosas y no tan creativos como los niños pequeños. La experiencia sensorial es importante en los primeros años, mientras el cerebro está en su apogeo de la plasticidad. En su libro El contacto vital, Sharon Heller va tan lejos que dice que "no sacar provecho de todas las experiencias sensoriales en el mundo de nuestro bebé es equivalente en la educación de adultos, a limitar su acceso a la biblioteca" (Heller, 110).

El entorno infantil no tiene por qué ser estructurado o complejo

Aunque saquemos partido de lo que nos rodea, no significa que se tengan que crear  "entornos de aprendizaje" artificiales. "Tratar de insistir en las habilidades académicas de los jóvenes con dispositivos como tarjetas de memoria flash no es sólo un poco absurdo, sino que también conlleva el riesgo de crear un entorno opresivo que finalmente puede interferir con el aprendizaje de su hijo ... cada niño teje su propia tapicería intelectual". (Healy, 20, 31).
"Las experiencias en el entorno no requieren ser elaboradas como la instalación de los móviles sobre la cuna del niño o la difusión de grabaciones musicales. Aspectos más bien simples y cotidianos del entorno físico como el ruido, la luz y las variaciones de temperatura...  tocar al bebé, envolverle y sonreírle y por otro lado hablarle, contribuye al desarrollo "(Bauer, 33).


El cerebro infantil busca instintivamente el estímulo de experiencias muy simples que le ayudan a organizar el sistema nervioso en lugar de agobiarlo... Los juguetes son mucho menos importante que un cuidador. Necesitan un entorno que les estimule a realizar su propia exploración en la manipulación y preguntarse ellos mismos en lugar de que le enseñen. Los brazos de la madre proporcionan exactamente esto a la perfección. Como médico y familia psiquiatra Peter Cook dice, "la maduración de un niño se produce en su propia voluntad. Usted no tiene que hacer que suceda ".

Entre 1 y 3 años se desaconsejan los Programas Educativos

La pregunta que surge con frecuencia es si habría que empezar por "educar" al niño antes en un ambiente más formal. En su libro El mito de los tres primeros años (The myth of the Fist Three Years), Bauer es escéptica en toda la política pública que se concentra en "educar" a los niños, que con frecuencia implica llevarse a los niños de sus familias colocándolos en un entorno más estimulante en los tres primeros años de vida. Algunos responsables políticos están tratando de conseguir que el público crea que debe comenzar tempranamente la educación formal, la defensa de programas de Head Start para niños de tan sólo un año con la esperanza de aprovechar el momento en que el cerebro está creciendo más que nunca. Pero los responsables políticos y defensores de la educación temprana de la  infancia puede pasar por alto el hecho de que, "Nosotros estamos diseñados para crecer y ser fortalecidos por cada acontecimiento, sin importar lo mundano o impresionante. El flujo de la naturaleza y las estaciones, las personas, las catástrofes, bromas, todo son experiencias de interacción de las que disfrutar y oportunidades para el aprendizaje "(Pearce, 28).

Aunque la intención puede ser la mejor o la "óptima" para equipar completamente a nuestros niños para la vida, estos tres primeros años es cuando el niño más necesita a su madre y a su familia. Las investigaciones confirman que los niños que son cuidados por sus madres durante los primeros tres años de vida tienen menos problemas de crecimiento y desarrollo.

El porteo ofrece más oportunidades para la observación y el procesamiento

En un momento en que su cerebro está creciendo más de lo nunca lo hará en su vida es importante reconocer que se entiende que la gestación exterior tendrá lugar el cuerpo de la madre, no en un objeto, no estando solo, ni privado de visión. Un cochecito con juguetes inteligentes que cuelgan de él o unido en una cuna de plástico con un animal de peluche no es un sustituto cuando se compara con la visión y todos los estímulos sensoriales variados puestos a su disposición al ser llevado por su madre.

Llevar un bebé en brazos, naturalmente, aumenta la relación nutritiva entre la madre y el bebé. Además de ser alimentado tanto física como psicológicamente, los bebés que se llevan durante el período de exterogestation se nutren de todo un mundo sensorial que se mueve a lo largo del día y su madre les ofrece. Cuando es llevado en brazos de su madre un niño consigue un lugar seguro desde el que ver el mundo. Es desde este lugar seguro y conocido que los bebés aprenden acerca de lo desconocido. Cuando un bebé está en un estado tranquilo y alerta y en contacto con su madre, está en el estado óptimo para la observación y procesamiento de todo lo que sucede a su alrededor. Estas oportunidades para aprender crean las chispas de las neuronas de su cerebro que crecen y se diversifican, se encuentran y se entrelazan con otras neuronas. Cuanto más crecen y se ramifican estas neuronas, mayor es el crecimiento del cerebro.
 


Los bebés llevados, reciben la estimulación sensorial óptima



Aunque el cerebro de un bebé se basa en la estimulación, los juguetes o productos que los sustituyen están destituidos de todo el mundo sensorial que producimos para nuestros bebés cuando los llevamos en nuestros cuerpos. Cada abrazo, cada apretón, cada beso y caricia le da la estimulación táctil. Con su cuerpo pegado al de su madre, gana en propiocepción -una toma de conciencia de su propio cuerpo y el lugar que ocupa su cuerpo en el espacio. Consigue la estimulación auditiva con la explicación amable de su madre, susurros y canciones cantadas especialmente para él. Cuando es llevado el movimiento y el balanceo rítmico de su cuerpo estimula su sistema vestibular, su sentido del equilibrio y una sensación de seguridad en el espacio. Recibe la estimulación olfativa con el olor de su madre, y la estimulación gustativa de la lactancia con el sabor cambiante de la leche de su madre. Tiene una gran vista al ser llevado en posición vertical y tiene el privilegio de una gran estimulación visual que le permite ver el mundo. Incluso recibe estimulación kinestésica cuando la madre lo cambia de posición al llevarlo.

Los bebés y institucionalizados y el retraso en el desarrollo


En 1915, el Dr. Henry Chapin un pediatra de Nueva York, reveló que los bebés internados en instituciones en diez ciudades diferentes en los Estados Unidos tenían una tasa de casi el 100% de muerte a pesar de los alimentos y la atención médica, morían por lo que los médicos llamaron "falta de crecimiento" o " marasmus"- consumiéndose (Montagu, 1986, 97). Chapin, consternado por esto, terminó organizando un nuevo sistema para hacer frente al cuidado de los bebés y comenzó a llevarlos fuera en lugar de dejarlos en las instituciones.
Cuando se realizaron estudios para determinar las causas reales del marasmo, dónde y por qué ocurrió, se constató efectivamente que se producía "con bastante frecuencia con los bebés que se encontraban en las "mejores" viviendas, hospitales, e instituciones y entre los bebés que recibían la "mejor y  mayor atención" (Montagu, 99). Se hizo evidente que era en realidad en los hogares más pobres, donde a pesar de que las condiciones de higiene  frecuentemente no eran buenas, los niños estaban prosperando.


La diferencia era que las madres más pobres fueron las que cogieron, acariciaron, y alimentaron a sus bebés. Cuando las instituciones médicas comenzaron a reconocer este hecho, algunos hospitales convirtieron en norma que las enfermeras fueran a "coger a los niños, llevarlos por el entorno y  ser  "madre de ellos", por lo menos tres veces al día. Como resultado las tasas de mortalidad se redujeron drásticamente. (Montagu, 99).

La Intimidad y contacto madre-niño relacionados con el crecimiento físico

La intimidad y el contacto físico entre la madre y el bebé no es sólo importante para el crecimiento del cerebro, sino para el crecimiento físico en general. Los bebés que sufren privaciones graves de contacto no secretan la hormona del crecimiento. Patton y Gardner publicaron los registros de los niños que fueron privados de su madre observó no sólo las perturbaciones mentales que sufrieron, sino también los efectos físicos que se produjeron con un crecimiento de los huesos a los tres años de "sólo la mitad del crecimiento de los huesos de un niño normal" (Montagu, 244).

Algunos han argumentado que el déficit de la hormona del crecimiento se asegura de que el cuerpo no desperdiciará su energía en el crecimiento, sino en encontrar una manera de sobrevivir. Los niños institucionalizados privados de contacto no se secretan la hormona del crecimiento, sin embargo, al entrar en contacto, y recibir estimulación táctil empezarán a crecer de nuevo. (Montagu ,202-203)

La falta de contacto afecta negativamente el sistema inmunológico

El tacto es tan importante para el desarrollo saludable de un niño que la falta de estímulo y contacto en realidad hace que grandes cantidades de cortisol, la hormona  tóxica del estrés sea liberada. Los altos niveles de cortisol en la sangre no sólo representan un impacto negativo en los niveles de la hormona del crecimiento sino que también repercuten negativamente en la función inmunológica.

El Grupo de Investigación del desarrollo de la Psicobiología en la Universidad del centro médico de Colorado informó de cómo los monos separados de sus madres durante un breve período de tiempo dejan de producir leucocitos para combatir las infecciones. Cuando se reunen con sus madres su sistema inmunológico vueve a la normalidad y empiezan a producir leucocitos de nuevo. (Montagu, 199)

La importancia del tacto para la supervivencia

"Lo que el niño requiere para prosperar está determinado, es ser tocado y transportado, y acariciado, y abrazado y arrullado, incluso si no es amamantado. Es  en el tacto, el transporte, las caricias, los cuidados, y los mimos en lo que hay que emfatizar, pues parece que incluso en ausencia de otras muchas cosas, estas son las experiencias básicas tranquilizadoras de que el niño debe gozar de si ha de mantener su aspecto de salud ". (Montagu, 100).

El neurólogo Richard Restak lo dice así, "El contacto resulta que es tan necesario para el desarrollo normal de los bebés como el alimento y el oxígeno. La madre abre sus brazos al bebé, lo abraza, y una serie de procesos psicobiológicos se logran armónicamente ". (Walsh, Biosociología, 62)

El contacto madre-hijo maximiza las oportunidades de Emociones Positivas

Las bases más importantes para la supervivencia y el desarrollo saludable es el contacto. Cuando pueden estar unidos a sus madres los bebés reciben la presencia amorosa continua y el contacto de forma automática. Todas las madres de mamíferos parecen saber que sus hijos necesitan ser tocados por instinto. El bebé se asegura que todo está bien en gran medida a través de los mensajes que recibe a través de su piel. Cuando un recién nacido es llevado en los brazos de su madre  se le maximiza la oportunidad de alegría, felicidad y otras emociones positivas. Esto influye en la salud mental de por vida.

El mayor desarrollo neurológico y mental en niños prematuros tocados

En 1977 el psicólogo perinatal Dr. Rice exploró el impacto que los incrementos diarios de estimulación táctil podría tener en los bebés prematuros. Los niños que formaban parte del grupo experimental, eran desnudados para un masaje de cuerpo entero con sus madres cuatro veces al día durante un mes y eran balanceados y acurrucados adicionalmente cinco minutos al final del masaje. El otro grupo de control eran niños que recibieron la atención hospitalaria de rutina sin los masajes o caricias. Después de cuatro meses "los niños beneficiados del experimento fueron significativamente superiores a los niños del otro grupo en el aumento de peso, el desarrollo mental, y más marcadamente el desarrollo neurológico (Walsh, 62). En el grupo experimental se unieron más el uno al otro. Poco después se desarrolló el primer programa de masaje investigado científicamente llamado RISS (Rice Infant Sensorimotor Stimulation) que claramente mostró una mejoría neurológica, así como una mejora general en el crecimiento y el desarrollo de los bebés prematuros.


 
Los bebés prematuros necesitan contacto, ritmo y presión para prosperar

Subestimamos lo importante que es para los bebés ser llevados, acariciados y acurrucados. Los bebés nacen esperando un "vientre con perspectiva", como Ashley Montagu dice. Tienen que estar cubiertos, cálidos y envueltos. Tienen que ser constantemente abrazados como estaban en el útero. Los bebés prematuros colocados en incubadoras tienden a moverse hacia las esquinas de sus camas. Buscan esa sensación familiar de contención. Cuando los bebés prematuros son colocados en camas de agua oscilante que imita el movimiento y la estimulación táctil de la matriz, los niños empiezan a ganar peso más rápido y se les da antes el alta del hospital (Field, 45-51). "Cuanto más cerca está el ambiente externo del ambiente interno, más se estabiliza el bebé y puede dirigir su atención hacia el crecimiento y el desarrollo. (Genna, 64)

"Una amplia y respetada variedad de investigaciones en diferentes campos de estudio, incluyendo el desarrollo infantil, psiquiatría, neonatología, y la antropología, ha revelado que los seres humanos, literalmente, requieren el contacto físico suficiente para desarrollar su potencial óptimo". (Granju, 268)  
 



Envuelto, protegido y seguro

En el vientre materno, todas las necesidades del bebé se cumplen automáticamente. La temperatura es constante, la presión es constante y el sonido del latido del corazón de la madre y su voz son rítmicos y suaves. El bebé está envuelto, protegido y seguro. Y entonces "fuera del totalmente protector, seguro, nutritivo vientre, que nos mantiene en vida y nos alimenta, nacemos, impotentes" (Palmer, 21).

Pero las madres están sintonizadas por la evolución para proporcionar un lugar seguro mientras sus bebés continuan crecimiento, un lugar donde la nutrición, la protección, el calor y la proximidad están cubiertos. El ambiente familiar cómodo del cuerpo de su madre, tranquiliza al hijo diciéndole que está en un lugar seguro, que está a su alcance, y que ella será el contacto con el mundo y  "no estará suspendido en él a la ligera" (Montagu, 1896, 157). Es a partir de esta base segura desde la cual la exploración de su mundo puede suceder.

Dr. Pearce describe el útero como un lugar que ofrece tres cosas a una nueva vida en formación: "una fuente de posibilidades, una fuente de energía para explorar esa posibilidad, y un lugar seguro en el que esa posibilidad puede llevarse a cabo." (Pearce, MC , 18)





Llevar al bebé imita el espacio cerrado y la presión de la matriz

Llevar un bebé en los brazos o usar un fular portabebé imita el espacio cerrado y la presión de sostén de la matriz. Y como la matriz esto ofrece un entorno de protección y seguridad y una excelente ubicación para ver el mundo que es especialmente importante teniendo en cuenta que el cerebro está creciendo más rápido en la primera infancia que en cualquier otro momento de la vida de esa persona. El movimiento de la madre mientras realiza sus tareas es para el bebé como cuando fue mecido en el útero y es para él tranquilizante y familiar. El usar el fular conjuntamente el bebé y la madre facilita la lactancia y todos sus beneficios psicológicos y fisiológicos. Lo más importante es que el bebé recibe estimulación táctil ya que es tocado, besado, acariciado, y abrazado por su madre. Él sabe que es amado y confía en que sus necesidades serán satisfechas.

 "Nuestro lenguaje silencioso y más potente, el tacto, es el medio a través del cual los padres y el niño se comunican y se unen, cada caricia fortalece el vínculo entre ellos y fomenta el crecimiento psicológico de nuestros niños, estimula su crecimiento físico y mental; asegura fluidez en las funciones fisiológicas como la respiración, el ritmo cardíaco y la digestión; aumenta su autoestima, la conciencia corporal y la identidad sexual, aumenta el sistema inmunológico e incluso aumenta la gracia y la estabilidad de su movimiento "(Heller, 5).


 

Conclusión
La ciencia reconfirma que las primeras madres que permanecieron erguidas sabían intuitivamente que sus brazos proporcionaban el ambiente óptimo, después de la transición desde el vientre hacia el mundo. En la naturaleza una madre y un bebé están destinados a esperar unidos y a que esta unidad no finalice al nacer. No sólo el cuerpo de la madre está preparado y diseñado para continuar con la gestación de su bebé después de nacer, sino que además el bebé biológicamente lo espera para su supervivencia. Llevar un bebé en brazos o en un portabebé proporciona esta experiencia de crianza prolongada. Al criar al bebé de una manera que se parezca a la intimidad del embarazo lo más posible hasta que la gestación "exterior" se haya completado, el bebé tiene acceso a todo lo que necesita para desarrollarse y crecer físicamente, mentalmente y emocionalmente siendo un individuo seguro y alegre.

* Al escribir este artículo la relación "madre / bebé" relación es intencional. Cuando la madre biológica no está disponible, un cuidador o tutor puede tener este papel.

Fuente: Kangura
 

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