jueves, 10 de febrero de 2011

Algunos mitos de la Alimentación Complementaria (Parte 3)


Las papillas alimentan mas que la leche


A muchas madres les dicen que “su leche ya no alimenta” o que “su leche es agua” y lo peor es que muchas se lo creen.
Las papillas de carne y verduras suelen tener menos calorías que la leche y las de verduras solas y las de fruta todavía menos, y aunque algunas papillas, como las de cereales, tengan bastantes calorías, tienen menos cantidad de proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes que la leche materna.
El único alimento capaz de satisfacer, por sí solo, todas las necesidades de un ser humano, al menos durante una parte de su vida, es la leche materna. Un recién nacido está perfectamente alimentado durante seis meses o más sólo con leche materna; pero nadie estaría perfectamente alimentado ni en su infancia ni en ninguna época, si pasase seis meses comiendo solo carne, o sólo pan, o sólo naranjas. Lo que no significa que el pan, la carne o las naranjas “no alimenten”, sino que se han de complementar con otras cosas. Complementar, no sustituir.

Con una buena papilla para cenar, dormirá toda la noche

No se haga muchas ilusiones, muchos niños, incluso a los dos o tres años, se despiertan casi cada noche por mucho que hayan cenado.
Por mucho que se pretenda utilizar la comida para manipular el sueño de los  niños, está demostrado experimentalmente que los niños no duermen más por haber tomado papilla. Durante los primeros años los niños suelen despertarse por la noche, no sólo porque necesitan comer, sino porque nos necesitan a nosotros. Por suerte el pecho permite satisfacer las dos necesidades a la vez, y el niño vuelve a dormir rápidamente.

A partir de los 6 meses han de tomar leche de continuación

La leche de continuación es un invento comercial, sin apenas utilidad práctica. Tanto la AAP como la OMS opinan que las leches de continuación son innecesarias y recomiendan tomar la misma leche durante el primer año.
¿Para que la inventaron, entonces? Muy sencillo. La ley prohíbe, en muchos países (incluido España), hacer publicidad de la leche de inicio. Pero la mayoría, por desgracia, no prohíben la publicidad de la leche de continuación. Así que para los fabricantes es ideal disponer de dos leches con el mismo nombre, que sólo se diferencien por el numerito, de esta manera al publicitar PATATIN 2 consiguen hacer aumentar las ventas de PATATIN 1.
La principal utilidad de las leches de continuación, según la ESPGAN, es que son más baratas. Como la leche artificial es cara, las madres con menos recursos que dan el biberón pueden sentirse tentadas a incorporar antes del año la leche entera de vaca, lo que no sería muy conveniente. Una leche que, sin ser tan adaptada, saliese más barata, podría resultar útil.
¿Sin ser tan adaptada? En efecto. La leche de vaca tiene un exceso de proteínas, más del triple que la leche materna lo que es uno de sus mayores peligros ya que un bebé no puede metabolizar una cantidad tan grande de proteínas, y puede enfermar gravemente. La fabricación de la leche artificial consta de varios pasos, uno de los cuales es quitar la mayor parte de las proteínas, proceso que no es nada fácil.  Si no hay que quitarle tantas, resulta más fácil de fabricar y, por tanto, más barata. La ESPGAN parece creer que la diferencia de precio será sustancial, pero al menos en España, la diferencia para el consumidor es muy pequeña.
No es que la leche de continuación sea mejor para los bebés mayores. Es peor que la leche de inicio, porque está menos adaptada. Pero los bebés mayores tienen una mayor capacidad para metabolizarla por lo que es más fácil que la puedan tolerar.
La industria láctea intenta darle la vuelta a la tortilla y vender la leche de continuación como “enriquecida en proteínas para cubrir las necesidades en aumento de su hijo”, pero no hay que dejarse engañar. Las necesidades de proteínas de los niños no aumentan sustancialmente a medida que crecen, por lo que el exceso de proteínas en la leche de continuación no es ninguna ventaja para los bebés, sino sólo un desecho industrial.
Por supuesto los niños que toman pecho pueden seguir con el pecho pasados los 6 meses hasta que la madre y su hijo deseen.

Si no come carne no tendrá suficientes proteínas

Tal como se desprende del apartado anterior, incluso si el bebé solo tomase leche, ya tendría suficientes proteínas. Y los cereales y legumbres aportan más proteínas todavía. De hecho el exceso de proteínas suele ser uno de los inconvenientes que presentan la mayoría de las papillas caseras. Pese a que excede de los límites del presente documento adentrarse en las particularidades de la dieta vegetariana, conviene mencionar que los niños vegetarianos muestran un crecimiento similar a los no vegetarianos.


Fuente: alba

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