martes, 8 de febrero de 2011

Alimentación complementaria (Parte 1)

Alimentación complementaria: Hace referencia a los nuevos alimentos que complementan a la leche materna, no la sustituyen.



Razones para ofrecer alimentos complementarios:



Desarrollo: Todos los niños más pronto o más tarde muestran interés por la comida de los adultos. Probar nuevos sabores y texturas se convierte en una experiencia sensorial única y en una oportunidad de aprendizaje. Las necesidades de cada niño, así como las funciones y capacidades de su cuerpo, pueden servir de referencia, no sólo para decidir el momento en que se inicia la alimentación complementaria, sino también para marcar el desarrollo de la misma. De esta manera, el niño puede participar en su alimentación de forma activa y divertida para él: ofreciéndole un plátano maduro  podrá experimentar sin que sea una imposición o una obligación, si coge guisantes o trocitos de pollo con los dedos y se los lleva a la boca, hará un buen ejercicio de coordinación.


Nutrición: Llega un momento en la vida del niño en que la leche materna no es suficiente para satisfacer todas sus necesidades nutricionales; ello no significa que la leche haya perdido sus propiedades sino que no basta. La leche debe ser el alimento fundamental, cualitativa y cuantitativamente durante el primer año de vida y sigue siendo una fuente importante de nutrientes durante el segundo año y después.


Cultura: Diferentes culturas tienen distintas costumbres en cuanto a la incorporación de la alimentación complementaria aunque no todas ellas resultan biológicamente adecuadas. En algunos países las circunstancias de la madre, como el trabajo fuera del hogar o la existencia de lugares donde no se pueda o no esté aceptado el llevar al bebé, hacen que se adelante la edad de incorporación de la alimentación complementaria. Con una buena información  es posible continuar con la lactancia, haciendo compatible el amamantar con el trabajo materno, y demorar la alimentación complementaria hasta que  biológicamente sea adecuada para el bebé.

Posibles inconvenientes de ofrecer prematuramente alimentos complementarios (1):







  • Interfiere con la alimentación al pecho en perjuicio de ésta. 
  • Carga excesiva de solutos renales e hiperosmoralidad (incapacidad del riñón de los niños pequeños para expulsar a través de la orina la ingesta excesiva de determinados nutrientes, especialmente proteínas y sodio) 
  • Puede producir alergia a determinados alimentos 
  • Conlleva un riesgo de trastornos de la regulación del apetito 
  • Puede contener constituyentes perjudiciales para lactantes pequeños 
  • Puede contener aditivos y contaminantes. 

Posibles inconvenientes de demorar en exceso la incorporación de alimentos complementarios (1):

  • Podría verse afectado el crecimiento del bebé por falta del algún nutriente o de energía. 
  • Los bebés podrían mostrar desinterés por dichos alimentos (sobre todo si aparecen después de los 10 meses de edad).
  • Podrían verse afectadas las capacidades motrices orales, como la capacidad de masticar, así como la aceptación de nuevos sabores y texturas.

Fuente:Alba

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